2019/11/09

Las V Jornadas Feministas, desde unas gafas violeta recién graduadas

Acudo por primera vez a unas jornadas feministas propuestas por la
militancia. Llevo un tiempo yendo a foros organizados
institucionalmente y profundizar en el conocimiento teórico a través
del Máster me anima a querer conocer de cerca los distintos
movimientos.

Al llegar a Durango el paisaje se tiñe de lila: coches con mujeres
aparcando, mujeres con sacos de dormir que se dirigen a Landako, sede
principal. Se respira emoción y expectativa en el ambiente. Se han
apuntado 3.000 personas. Que se dice pronto, pero ¿dónde y cuando se
reúne tanta gente en Euskadi? ¿En un evento deportivo, en una
manifestación? Aquí hay 3.000 MUJERES con ganas de aprender, debatir,
compartir sobre feminismo… Fuentes de la organización me comentan que
la participación casi dobla lo esperado.

Han pasado 10 años desde las últimas jornadas y había ganas. Pero,
además, estamos viviendo lo que las expertas llaman "la cuarta ola",
un nuevo momento histórico en la lucha por los derechos de las mujeres
que se evidencia en las manifestaciones multitudinarias para denunciar
la violencia machista. Para muchas, el 8 de marzo de 2018 fue un punto
de inflexión y hemos venido a Durango para ver qué nos aporta y/o qué
podemos aportar a la militancia.

Las que nos apuntamos fuera de plazo tenemos una mesa especial para
hacer la entrada al congreso. Me sorprende encontrar en esta fila a
Izaskun Landaia, directora de Emakunde. Ella comenta con otras de las
asistentes que ha estado muy liada y también se le pasó el plazo.

La horizontalidad define al movimiento feminista. O eso se pretende.
Llama la atención que, en las mesas centrales, nadie nombra a las
ponentes de la manera convencional (incluyendo el apellido), sino por
el nombre de pila y la organización. Tampoco las moderadoras se
presentan ni nadie presenta a la humorista que abre las jornadas. En
la mesa del domingo detecto un cambio: se presenta también con
apellido a las ponentes. En cualquier caso, volviendo al a
horizontalidad, detrás de cualquier selección de contenidos hay unas
jerarquías. (Qué y quién expone en una mesa central y qué/quién en un
taller, incluso la distribución de espacios de los talleres y el aforo
supone organizar y jerarquizar).

Por "deformación profesional", lo primero que me llama la atención es
la escasa presencia de medios acreditados. En la zona de prensa veo
entre 10 y 15 plumillxs y por el aforo algún fotógrafx y algún cámara
de TV. La persona que me acompaña afirma que es que los medios no
tienen interés en el feminismo y que cuando publican algo es para
ridiculizarlo o estereotiparlo. Replico que, dado el auge de han
tenido los contenidos feministas en nuevos medios digitales como
Eldiario.es, etc… e incluso la existencia de medios nativos feministas
como Tribuna Feminista, La Poderío, Revista Marea o LatFem, me
sorprende que no cubran informativamente el evento. Me pregunto si se
les habrá invitado o si es que la organización no considera relevante
tener cobertura en el Estado o tejer redes con grupos feministas de
otros lugares como Andalucía...

5 MESAS CENTRALES

La organización ha puesto en las mesas principales cinco temas: la
vida en el centro, descolonización, cuerpos y sexualidades, violencia
y debate interno para definir el futuro.

La primera mesa, interesantísima, da voz a colectivos como las
pensionistas o las trabajadoras internas. Sorprende la excelente
capacidad de comunicación de algunas ponentes que, como ellas dicen,
están nerviosas ante la responsabilidad de hablar ante un aforo de
3.000 personas. La cierra Bilgune Feminista, quien afirma que la lucha
feminista debe estar ligada al proceso de autodeterminación de Euskal
Herría. Este mensaje podría ser uno más entre la decena de otros
mensajes que se han lanzado, pero es esencial destacarlo para
comprender lo acontecido en la mesa de la tarde.

A las 12.30 las 3.000 nos dispersamos entre las 30 propuestas de
debates y talleres.

A las 4.30 se reanudan las jornadas con una mesa de descolonización
donde mujeres racializadas exponen sus diferentes problemáticas en
relación al racismo y la doble/triple/x discriminación. Dos grupos
lanzan un mensaje rompedor: "hay que abolir la ley de Extranjería".
(Una demanda muy respetable, pero específica de otros movimientos
sociales. Nada que no se haya visto antes).

En la mesa de decolonialidad, los grupos de mujeres dejan claro que no
quieren sentirse parte de una cuota ni que nadie hable por ellas.
Vienen fuertes, empoderadas y abogan por trabajar juntas y tender
puentes con las feministas "blancas", pero insisten en que no
necesitan su "tutela": "no queremos que nos representen las que no son
racializadas, migradas o refugiadas".

Durante el turno de preguntas, una de las asistentes, les dice a las
ponentes que le preocupa que no hayan sentido Landako como un espacio
seguro, porque las mujeres de Euskal Herria saben lo que es vivir bajo
un Estado oprimido y deben sentir su solidaridad.


Desde la mesa recibe tres respuestas de tres ponentes que llaman la
atención por su contundencia. La primera le responde: "Respetamos los
procesos independentistas, pero no me puedes comparar la colonización
con lo que ha pasado en el País Vasco. Eso es una burrada lo que
acabas de contar. Es una burrada". E invita a las asistentes
racializadas a que levanten la mano para visibilizar la integración de
las mujeres inmigrantes en la sociedad vasca. Queda a la vista que, de
3.000, no llegan a 40, por lo que interpela a la participante para que
reflexione sobre sus "privilegios". La segunda intervención refuerza
la idea de la primera y añade: "Hoy en día Euskadi disfruta de una
autonomía considerable que en ningún caso se puede comparar con lo que
está pasando en nuestros países de origen. Las empresas vascas son
colonizadoras y están allá explotando y saqueando". La tercera
intervención cuenta una anécdota sobre un encuentro de la dirigenta
minera Domitila Chungara, que derrocó una dictadura en Bolivia, con la
Primera Dama de México y le responde que respeta el proceso de
autodeterminación de Euskal Herria, pero que las mujeres allí reunidas
deberíamos estar mucho más preocupadas por las armas que se fabrican
aquí y que están matando a sus niños, niñas y mujeres.

La audiencia estalla en aplausos y aunque muchas tengan entre sus
prioridades la autodeterminación, ya que la citada Bilgune Feminista
es uno de los grupos más numerosos y con más presencia en las mesas
centrales, nadie puede negar la fuerza y el coraje demostrado por
estas mujeres para mantenerse firmes en sus convicciones de no querer
ser instrumentalizadas por nadie.

El cierre de la jornada nos deja buen sabor de boca. Pero el sábado la
organización denuncia que tras la mesa ha habido agresiones racistas y
activa un protocolo antirracista


COBERTURA MEDIÁTICA

Al llegar a casa, pongo el Teleberri de ETB2 para ver qué cobertura le
da al evento. (Me hubiera gustado ver también el de ETB1, pero no
llego a tiempo). El informativo se abre con las Jornadas Feministas:
"Más de 3.000 mujeres debaten sobre el presente y el futuro del
movimiento feminista". La tele pública vasca no puede obviar la
realidad, pero más que centrarse en los contenidos de las jornadas
pone el acento en la fuerza del movimiento e introduce la noticia de
una forma muy curiosa, que da a entender que las instituciones vascas
ya tienen en cuenta las demandas de las mujeres: "Nuestros dos temas
anteriores, esto es la violencia machista y la corresponsabilidad en
el cuidado de los hijos, son dos de los asuntos -por supuesto no los
únicos- que se abordan estos días en las V Jornadas Feministas de
Euskal Herria". Y da paso al directo.

El sábado no puedo acudir a Durango y por la noche echo un vistazo al
video de las dos mesas centrales sobre cuerpos y sexualidades y
violencia. También he hecho un repaso de los periódicos de estos días
y de lo publicado en Twitter.

La cobertura sábado en la prensa generalista incluye fotos en las
portadas de Gara, Berria y Deia. Berria le dedica 4 páginas
interiores, Diario Vasco lo cubre con una fotonoticia de un tercio en
la página 10. Nada en Noticias de Gipuzkoa. Gara hace un previo de dos
páginas el viernes, una cobertura de otras dos páginas el sábado y el
domingo le dedica su Editorial. El lunes titula otras dos páginas así:
"Un órdago feminista al sistema"; e incluye una página más con
fotonoticias. Berria le dedica otra página el domingo.

En Twitter, para haber 3.000 personas, ha habido muy poco movimiento.
Tuitean unas pocas asistentes, la organización y dos medios: Pikara y
Hordago/El Salto. La intervención de Josebe Iturrioz sobre la
prostitución crea cierta polémica. Llama la atención el cero eco que
le prestan al evento organizaciones, medios y personas feministas del
Estado. Ni menciones, ni RTs. Mencionar también la alerta que hacen
algunas organizaciones (como Farrukas o Feministalde) del peligro que
supone emplear redes sociales abiertas a la hora de realizar
convocatorias y la necesidad de hacer una reflexión sobre el uso de
estas herramientas.

ENRIQUECIDA Y AGRADECIDA

Han sido dos días intensos y enriquecedores. He escuchado a una
amalgama de asociaciones, con multitud de enfoques, que actúan en
diferentes niveles y con diferentes horizontes respecto a la
intensidad del cambio social que buscan. Negociar y alcanzar acuerdos
implica, inevitablemente, algunas renuncias. Y me pregunto si todos
estos grupos serán capaces de lograr un consenso amplio que canalice
la energía de esta "cuarta ola".

El domingo 3 se debate sobre ello. Cuando me lleguen las lentillas
violeta que he encargado y se publiquen las conclusiones de las
jornadas intentaré organizar mis impresiones.

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